A veces no hace falta una prisión para tener encadenada el alma, basta una finísima tela para sentirse dentro de la mas terrible ellas. Este trabajo está inspirado y dedicado a todas las mujeres, tanto de nuestra como de otras culturas, que sufren en sus propias carnes estos terribles agravios.
sábado, 24 de mayo de 2008
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1 comentario:
Gracias por ayudarme con mi Ikara.
Me lo pase super bien
Un beso
Isabel
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